Un hermano tenía por costumbre quedarse dormido durante el servicio. Acostumbraba sentarse en la banca y cerrar los ojos. Pero un día, durante un servicio, se corta el suministro eléctrico, quedando todo a oscuras, y en eso se despierta este hermano y comienza a gritar diciendo: ¡Hermanos clamen, clamen que me quedé ciego! . B. del Medio, Río Negro, Argentina
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